HISTORIAS

UNA DENUNCIA Y OTRO HOMENAJE

Con motivo de la entrada en vigor del estado de alarma decretado por la pandemia del Covid-19, muchos trabajadores esenciales y voluntarios quedaron expuestos al contagio debido a la escasez de material de protección sanitaria.

Tras 2 semanas de confinamiento tuve la necesidad de colaborar de alguna manera desde La Destilateca. Descargué la formulación aprobada por la OMS en materia de gel hidroalcohólico y compré los compuestos químicos que me faltaban. Me propuse hacer un primer lote de 200 botellas para regalar a todo aquel que lo necesitara y, en función de la demanda y de mis posibilidades, seguir con la producción. Una vez hecho el primer lote, se anunció el decreto del Ministerio de Sanidad mediante el que se PROHIBÍA a todas las destilerías y fábricas de bebidas la producción de gel sanitario aunque fuera un producto solidario.

Días después llegó el posicionamiento del Ministerio de Hacienda, responsable de aduanas y por tanto de los impuestos especiales sobre el alcohol, según el cual nos advertían que cualquier producción de gel sanitario tributaria igual que las bebidas alcohólicas, es decir, según su graduación.

Llegado a este punto, decidí repartir gratuitamente las 200 botellas que tenia terminadas, suspender la producción y pagar los impuestos que Hacienda me he reclamó. Hubiera podido repartir 200 botellas cada semana pero ante las condiciones establecidas no me fue posible.

Como muestra de nuestra disconformidad con el Estado y en agradecimiento a todos los trabajadores esenciales y voluntarios que han estado innecesariamente expuestos; he aprovechado las etiquetas que no hemos podido usar para el gel sanitario y producido un lote de 69 botellas de una ginebra muy, muy especial de la que solo puedo decir 3 cosas: