HISTORIAS

UN POSTRE LÍQUIDO, UN PASEO POR EL BOSQUE.

Quería hacer un postre líquido. Un licor que nos sirve tanto de postre como para enlazar un almuerzo o cena con la sobremesa. Me imaginaba una mesa con amigos, en una cabaña junto al bosque, una sobremesa larga, conversaciones cerca del fuego, aromas dulces y de leña, sensaciones de bosque y de humedad. Y todo esto me lo imaginaba en un destilado transparente que sorprendiera por su fuerte sabor a chocolate que tiene un aspecto completamente transparente.

Para conseguir esta sensación busqué una cobertura de chocolate al 72% de cacao con unos compuestos aromáticos como las pirazinas que nos aportan aroma vegetal y de tierra húmeda. Posteriormente quería potenciar el sabor  combinándola con trompetas de la muerte, una seta criada en lugares muy húmedos con musgo y líquenes que hidratado con una solución de agua y Pedro Ximenez, nos aportaría una presencia boscosa húmeda con toques de madera en el sabor final o retrogusto del licor.

Hacemos una maceración parcial del chocolate con una mezcla de etanol y agua para luego añadirle las trompetas previamente hidratadas y las bayas de cacao. Maceramos a oscuras y a temperatura ambiente.

Lo destilamos todo junto en alambique de cobre tradicional y afinamos a 30% volumen de alcohol.

Endulzamos y lo dejamos reposar a oscuras hasta que su aroma y sabor queden bien integrados que es el momento justo de embotellar. El reposo para este producto es tanto o más importante que la maceración.

Hemos conseguido un producto que sorprende por su aspecto transparente con un sabor intenso a chocolate de entrada que deja entrever las notas húmedas de setas y madera en su tramo final, que nos acompaña como postre por sí solo o bien nos da la bienvenida a la sobremesa. Tomar frío y en buena compañía.

¿Es un licor de alta graduación o un destillado de baja graduación? La conversación saldrá de inmediato.